¿Qué es el Psicodrama?
El psicodrama es un dispositivo, generalmente grupal, que utiliza juegos y técnicas dramáticas – además de verbales – como medio expresivo, de comunicación, de exploración, de elaboración, etc. Se entiende por dramatización el trabajo con escenas significativas para el paciente o miembro del grupo, escenas cuyo argumento suele ser proporcionado por cada persona, donde ésta interviene activamente. El resto del grupo, acompaña e interviene en distintos momentos.
Nuestro marco referencial es el Psicodrama Grupal de la Multiplicidad, que pone el foco en las múltiples resonancias grupales respecto de un relato o de una escena individual. Lo transformador es tanto la potencia de la dramatización como la capacidad de resonancia grupal, las múltiples versiones que devuelve.
Dice Eduardo “Tato” Pavlovsky: “El psicodrama Latinoamericano, tanto en sus versiones brasileras, argentinas o uruguayas, ha dado prueba de experiencias sociales psicodramáticas, donde el psicodrama aparece como un conglomerado de intervenciones institucionales que se realizaron en las calles, produciendo nuevos sentidos y subjetividades. Yo lo veo al psicodrama hoy con una función clínica específica y como un gran articulador entre lo clínico, lo cultural, lo grupal político y los nuevos sujetos sociales”
A su vez, Dalmiro Bustos plantea que “aprender Psicodrama es adentrarse en uno mismo y en el otro, enfrentar el desconocimiento como camino a la creatividad”
Nosotros pensamos al Psicodrama como un dispositivo con una gran capacidad de desterritorialización: con esto planteamos que el núcleo de su teorización y sus prácticas pueden desplegarse en una serie muy heterogénea de ámbitos en los que, siguiendo ciertos recaudos, métodos y cuidados, pueden generarse significativos movimientos de cambio, ya sea en contextos terapéuticos, educativos, artísticos, institucionales, etc.
Creemos que existen muchas definiciones posibles respecto de la pregunta acerca de “Qué es el Psicodrama”. Incluso pensamos que podríamos hablar de psicodramas, en plural, ya que no hay una sola manera de abordar sus prácticas.
Para finalizar, podemos ubicar al menos dos maneras de conceptualizar o pensar al psicodrama: la más habitual, que es la a la que hemos apelado para encarar este ensayo de definición, es la que lo considera un dispositivo o recurso que cuenta con un bagaje teórico técnico singular, que le confiere una enorme potencia creadora y elaborativa. Otra definición, que dejaremos para pensarla y encararla en otras instancias, remite al Psicodrama como una cosmovisión holística que trasciende los ámbitos de implementación para constituirse en un paradigma filosófico existencial amplio para el abordaje de nuestros afectos, nuestra modalidad de vincularnos con el otro y con nosotros, y de pensar y abordar las diversas situaciones que nos atraviesan por el hecho de ser, ni más ni menos, que seres humanos.